natural(ia)
Persiguiendo los relatos del espejo
Chasing the stories in the mirror
Ángel García Roldán
Coordinador del proyecto
Este proyecto hace uso del ensayo como metodología participativa y proceso angular que nos permite generar una múltiple narrativa en la que cada relato traza una interrogante sobre nuestra relación, y las posibilidades, de nuestro contacto creativo con la IA: un automatismo de formas de comprensión y procesos de creación que nos cuestiona al mismo tiempo. Verdades a medias y medidas tangibles en el contexto histórico de una sociedad actual que, como en casi todas las épocas, asimila y asume la verdad “absoluta" de los medios, de sus formas de evolución y de las interacciones humanas. Cabe preguntarse: ¿nos ensayamos a nosotros mismos cuando ensayamos con esta forma de inteligencia artificial? o simplemente nos miramos en un espejo, cada vez más complaciente, imitativo, educado y autónomo.
Todos los proyectos recogidos en este experimento editorial recorren las interconexiones que, hemos comprendido, favorecen la acotación de nuevos diseños y posibilidades creadoras de una experiencia artística, colectiva y rizomática, orientada al mismo tiempo hacia el aprendizaje participativo, la indagación vital, la reverberación dialógica y la creación en las Artes.
Habitamos un mundo que duplica sus posibilidades en un metaverso que reconocemos como un nuevo estado de las cosas. Este siglo está convirtiéndose en una disrupción acelerada y nos preguntamos cuál ha de ser el límite de lo humano. Insospechadamente, este límite se sitúa hoy en la duplicidad expansiva del propio conocimiento, en la síntesis inteligente y en la dinámica generativa que adelantará el tiempo de los replicantes.
Pensamos en la ciencia ficción como una utopía romántica o una distopía apocalíptica, y nada de eso es realmente la ciencia de nuestros días. Quizás las posibilidades y los peligros que se entrevén en las ventanas del tiempo, sólo son formas para señalar la necesaria cautela ante lo desconocido, aunque el futuro —ese nuevo estado de las cosas y la conciencia—, nos apacigüe con tributos y dádivas para una vida más fácil en la era del consumo y el ocio, actuales motores del mundo.
No hace mucho que se olvidaron las enciclopedias por que internet nos redimió a la interconectividad y con ello a la gran reserva de los saberes que producen la expansión vertiginosa de conocimiento acumulativo y relacional. Y llegados a este punto, qué podríamos hacer con ese inmenso éter de formas de ver el mundo más que permitir su tránsito y reconocer su flexibilidad. (A) es igual a (A) pero también la suma de sus posibilidades, axioma que compromete la ciencia de la Inteligencia que crea una nuevo estado de inteligenc(ia) —modificable y actualizable—. ¿Qué hacer con ella? ¿cómo cambiará el mundo? ¿y la historia? ¿porqué se ha convertido en el gran fenómeno de estos nuevos años 20’? Probablemente, la disrupción de esta forma de inteligencia es que estamos más cerca de conseguir que piense por nosotros, incluso que nos sustituya en ese pensar. Aunque aún queda lejos esa frontera y, por fortuna, solo jugamos a ensayar con su idea.
Quizás lo que denominamos como Inteligencia Artificial (IA) sea por ahora una excusa para encontrar nuevas formas de narrar.
The project employs the essay as a participatory methodology and pivotal process that allows us to generate a multiple narrative in which each story raises a question about our relationship and the possibilities of our creative contact with AI: an automatism of understanding and creation processes that questions us simultaneously. Half-truths and tangible measures in the historical context of today's society, which, as in almost every era, assimilates and assumes the "absolute" truth of the media, their forms of evolution, and human interactions. It begs the question: Do we rehearse ourselves when we experiment with this form of artificial intelligence? or are we simply looking at ourselves in a mirror, increasingly accommodating, imitative, educated, and autonomous.
All the projects gathered in this editorial experiment explore the interconnections that, we have understood, favor the delimitation of new designs and creative possibilities for an artistic, collective, and rhizomatic experience, oriented at the same time towards participatory learning, vital inquiry, dialogic reverberation, and creation in the Arts.
We inhabit a world that duplicates its possibilities in a metaverse that we recognize as a new state of affairs. This century is becoming a rapid disruption, and we wonder what the limit of the human is to be. Unexpectedly, this limit today lies in the expansive duplicity of knowledge itself, in intelligent synthesis, and in the generative dynamics that will advance the time of replicants.
We think of science fiction as a romantic utopia or an apocalyptic dystopia, and none of that is truly the science of our days. Perhaps the possibilities and dangers glimpsed in the windows of time are only forms to signal the necessary caution towards the unknown, although the future—that new state of affairs and consciousness—appeases us with tributes and gifts for an easier life in the era of consumption and leisure, the current engines of the world.
Not long ago, encyclopedias were forgotten because the internet redeemed us to interconnectivity and with it, the vast reservoir of knowledge that produces the vertiginous expansion of cumulative and relational knowledge. But what could we do with this immense ether of ways of seeing the world other than allowing its transit and recognizing its flexibility? (A) is equal to (A) but also the sum of its possibilities, an axiom that commits the science of Intelligence, creating a new state of intelligence—modifiable and updatable. But what do we do with it? How will it change the world? And history? Why has it become the great phenomenon of these new '20s? Probably, the disruption of this form of intelligence is that we are closer to having it think for us, even to replace us in that thinking. Although that frontier is still far away, and fortunately, we are only playing with the idea.
Perhaps what we term as Artificial Intelligence (AI) is for now an excuse to find new ways of narrating.